Solomillo en salsa
Ingredientes (4 comensales)
4 solomillos de cerdo (1 por persona). Si son muy grandes compra 2 (medio para cada uno)
1 cebolla grande (250-300 gramos)
250 ml (un cuarto de litro o un vaso de tubo) de caldo de pollo
125 ml (medio vaso de tubo) de vino Pedro Ximénez
5 cucharadas de pasas de moscatel (unos 80 gramos)
1 cucharada de harina de trigo
Aceite de oliva
Sal y pimienta negra
Preparación:
Pelar la cebolla y cortar en julianas (a tiras) finas. Poner a fuego medio con 8 cucharadas de aceite en una cacerola o cacharro grande (deben caber después los solomillos y la salsa). Dejar que se pongan transparentes y ver que se quemen baja el fuego y si es necesario añadir una cucharada de agua. Poner las pasas en remojo en un vaso con agua.
Tomar los solomillos de cerdo y salpimiéntalos por dos lados. En una sartén grande pon tres cucharadas de aceite y hacer dos de los solomillos a fuego fuerte para que se doren por todos los lados. Cuando estén dorados quitar los solomillos y añadir los otros dos con otras tres cucharadas de aceite. Hacer lo mismo (dorarlos) y cuando estén listos retirar los solomillos a un plato y deja la sartén al fuego.
Tomar el vino y con mucho cuidado verter sobre la sartén donde se ha hecho los solomillos. Con una cuchara de palo (o una espátula de madera) revolver el vino por la sartén rebañando el fondo. Apagar el fuego y dejar la sartén con el vino a un lado. Se usara en un momento.
A estas alturas la cebolla debe estar doradas. Añade a las cebollas una cucharada de harina de trigo y remueve bien (cuidado que no se pegue la harina al fondo) durante unos segundo para que la harina tome color (y no se quede cruda). A continuación volcar sobre las cebollas el vino de la sartén (habrá tomado toda la esencia de la carne doradita).
Revolver durante un minuto, añadir los solomillos y el caldo de pollo caliente. Si no se tiene caldo casero usar un cubo de concentrado con medio litro de agua. Escurrir las pasas y añadir a la salsa. Dejar a fuego fuerte que borbotee (hierva) la salsa hasta que espese a gusto. En una media hora habrá alcanzado una textura cremosa.